
Texto de Milka Maor.
(Bellísimo texto que hago extensible a todos)
Habrá quien me recuerde con cariño…
y habrá quien me recuerdo con rencor.
No es contradictorio, es coherente.
Cada quién despertó en mí
el reflejo exacto de lo que sembró.
No fui igual para todos,
porque no todos llegaron igual.
No soy un templo de paciencia ni una fuente
inagotable de dulzura.
Soy una mujer. Completa.
Llena de lunas, tormentas, cosechas y
sequías.
Con los que llegaron con amor, fui abrigo.
Con los que llegaron con mentiras, fui espejo.
Con los que llegaron con ternura, fui pan
caliente.
Con los que llegaron a usarme, fui filo.
Y no me arrepiento.
A esta edad no cargo culpas ajenas,
no pido disculpas por haberme defendido.
No me interesa que todos hablen bien de mí,
porque no vine a este mundo a complacer,
vine a vivir con honestidad,
aunque eso incomode.
La memoria de los otros no me pertenece.
Si alguien me recuerda con cariño,
es porque supo tocar mi alma con respeto.
Y si alguien me recuerda con rencor,
que revise qué entregó,
porque lo que recibió fue el eco de su propio
gesto.
Así soy yo:
ni santa, ni mártir,
ni heroína de cuento.
Soy una mujer real.
Y lo que di, lo di desde mi verdad.
Y lo que negué, también.
Y si algún día mis pasos se borran,
que no se borre la lección:
una mujer libre no es para todos los públicos.
Solo para quienes saben ver con el alma
y no con el ego.
Milka Maor